Arte de Géquica es un Concurso de Cuento Ecológico que promueve en la niñez y en la juventud, a través de la creatividad literaria, una relación más responsable entre el hombre y la naturaleza. Los textos seleccionados recogen las voces de quienes han abordado el mensaje y que sabemos, esperan contribuir con sus obras a la formación de un mundo mejor.
Una felicitación especial a la estudiante Laura Liseth Rojas Anaya del grado 1104, quien participó del Concurso de Cuento del Colegio Agroecológico Holanda – Arte de Géquica – Fundación Alejandro Galvis Galvis, se hizo acreedora al primer puesto con el cuento: “Un amor transparente”, en Biblioteca Escolar reposa el libro Arte de Géquica cuyo cuento se encuentra para consulta en la página 33. El resultado del cuento hace parte de las actividades de narrativa impulsadas por los docentes del área de Lengua Castellana y Español de la sede principal de la institución.
En ceremonia virtual del colegio se entregaron los premios a los distintos ganadores por categorías. El proyecto hace parte de las actividades para fomentar la lectura y la escritura entre los estudiantes, en el espacio de entrega de premios participó el Rector Orlando Camacho y el Director del Concurso el Lic. Gabriel. Como exaltación a la narrativa de la estudiante, se deja su creación:
UN AMOR TRANSPARENTE
El Agua, según cuentan las escrituras sagradas, fue una creación primordial, pues
sin el Agua no se podrían haber creado el resto de componentes de la tierra.
Cuando la tierra estuvo completa, el hombre, con solo naturaleza alrededor y una
mente brillante para estrenar, descubriendo su capacidad de análisis desarrolló el
estudio de los elementos de su enorme planeta, conociéndolo cada vez más, y con
el paso del tiempo, creando una ciencia llamada Ecología. La Ecología estudia las
relaciones de los seres vivos entre sí y con los medios en los que viven, pero,
¿Quién estudia las relaciones de los medios entre sí? ¿Alguien ya se habrá
enterado de la pasión entre la espuma de las olas y la arena de la playa? ¿No habrá
sido estudiada aún la relación a distancia entre los polos y el calor? ¿De verdad
nadie se ha dado cuenta de lo enamorado que está el cielo de la neblina?…
Pues el Agua no es la excepción, aunque tiene mucho más criterio de lo que parece,
pues el Agua desde que es parte esencial de la Ecología no puede dejar de amarla,
comparten mucho tiempo, aprenden juntos muchas cosas, cada momento lo
pasaban haciendo experimentos nuevos y avanzando cada vez más en sus
conocimientos. Sin embargo la Ecología, aunque siempre necesitó del Agua, nunca
sintió ese mismo amor, no sentía nada fuera de un compañerismo laboral, así que
por falta de mutualismo, jamás se dio algo más entre estos dos, aunque de igual
forma el Agua siempre estuvo para la Ecología, todo por amor.
Pero el verdadero mayor problema del Agua nunca fue su amor no correspondido,
sino su agonía progresiva, y así sabiendo que no gozaría de eternidad, le aliviaba
un poco pensar en que cuando llegara su fin, la Ecología no sufriría tal pérdida tan
profundamente como el Agua si sucediera al revés; pero las cosas no fueron tan
fáciles, fue una muerte despiadadamente cruel, un ataque brutal, un
envenenamiento directo, y si hablamos de las razones… Bueno, realmente hay
tantas que sé que la poca vida que me queda no me alcanza para enumerarlas, a
pesar de que todos las conocíamos, las ignoramos, o simplemente nos costó
aceptarlas, pero claro, era suficientemente obvio que el Agua no merecía que le
llenáramos de todo lo que no nos servía, que le despilfarráramos tan vilmente, que
todo el tiempo le tiráramos todo lo que ya considerábamos inútil, lo que incluso
sabíamos que era peligroso y que iba a matarle, ¡Que falta de conciencia!.
El Agua murió por culpa de los humanos, pues nos dedicamos a contaminarla y
malgastarla durante mucho tiempo hasta por fin acabarla, y todo esto no fue
causado por falta de conocimiento sobre cómo darle el cuidado merecido, sino por
mal agradecidos, por imprudencia pura, pero nos llegó nuestro merecido.
Soy de los pocos sobrevivientes en este planeta seco, pero sé que no duraré más,
por eso me atrevo a revelar y compartir estos secretos que por mí mismo fueron
descubiertos, y si por algún milagro esto llega a alguien del pasado, espero puedan
cambiar el final de la historia, siempre he preferido los finales felices, y por cómo
veía las cosas, la Ecología y el Agua pudieron haberse juntado en amor, solo
necesitaban más tiempo, tiempo que los humanos les arrebatamos injustamente.
Si alguien lee esto, le ruego divulgue la realidad: No sólo la Ecología debe darse
cuenta del inmenso valor que tiene el Agua.
Laura Liseth Rojas Anaya, Promoción 2021.
Docente área de Español: Henry Almeida.